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Publicado por en Ago 10, 2011 en Destacado, Restaurantes | 3 comentario

Me fui de Farrah! (qué buen nombre)

Me fui de Farrah! (qué buen nombre)

 

El viernes 5 de agosto fue agotador para mí, a las corridas todo el día, y sin ganas de cocinar por la noche. Dije, salgamos! a un lugar cerca, tranqui, sin problemas de estacionamiento (pensé en la pesadilla de Arístides).

Hace tiempo que tenía ganas de conocer este restó, había recibido invitaciones de Gustavo Valdéz (RRPP del lugar) y por un motivo u otro, no había podido acercarme: Farrah cocina de autor. A pocas cuadras de mi casa, en la 5a sección, pasé mil veces por ahí, y nunca paré. Pero al final me decidí, y fui, con la idea de comer una rica ensalada. Tenía la referencia que era bien atendido por sus dueños, la familia Farro.

Entrada Farrah

Farrah cocina de autor
Paso de los Andes 1006 esq. Julio A. Roca. Capital. Mendoza

Al llegar al lugar cerca de las 22 hs. (Paso de los Andes y Roca de la 5a sección) encontramos varios lugares para estacionar, y nos decidimos por un espacio casi en la puerta, con la tranquilidad de ver un guardia en la entrada del restaurante (estábamos salvados, el auto a resguardo) /SEGURIDAD/. Apenas llegamos el guardia nos saludó amablemente, entramos a la recepción, y rápidamente aparecieron 2 personas a recibirnos, aparentemente un encargado, y el mozo que nos atendería durante la noche. Pensé: milagro!!! alguien nos atendió instantáneamente, y no tuvimos que esperar. /PERSONAL ATENTO POR SI ALGUIEN ENTRA/.

Pedimos lugar para 2, nos dieron a elegir, y nos quedamos con una cómoda mesa junto a una ventana. Digo cómoda, porque superaba ampliamente los 60 x 60 cm que muchas veces nos tenemos que aguantar y no entran más que los platos, los cubiertos y a duras penas las copas y el pan… Esta era grande, cuadrada, y estaba bien puesta: manteles negros, servilletas blancas de papel simil tela, cubiertos y cristalería impecables. Detalle: velita que no alumbraba mucho, pero sumaba a crear un ambiente más cálido. /MOBILIARIO CÓMODO/. Habían algunas mesas ocupadas con un público promedio de 40 años, y varias parejas.

3

El edificio es una casa familiar con detalles antiguos que ha sido adaptada, pisos de mosaicos pulidos, arañas de estilo, mampara de hierro (de esas con un grilla de pequeños vidrios), con ambiente colorido, mobiliario variado y decoración ecléctica. Enseguida el mozo nos acercó la carta /RÁPIDA ATENCIÓN/ (enseguida, sí, ahí nomás, no esperamos 10 minutos como ocurre habitualmente en otros lugares): en su apariencia no muy novedosa, de cuerina negra, pero ordenada, simple, linda, con propuestas clásicas y algunas no tanto. La primera impresión fue: tienen opciones para todos los gustos, y toques originales en los platos más comunes. Tablas, ciabattas, ensaladas, y principales suculentos. Me tenté con los postres. Lo primero que nos comentó el mozo, fue que tenían un plato en falta esa noche… Felicitaciones! /PERSONAL INFORMADO/ El mozo estaba en conocimiento de lo que no podía ofrecer, y no dejó siquiera que nos entusiasmáramos con comer ese plato. Es muy habitual en otros restaurantes que te tomen el pedido sin saber lo que no tienen, y vuelvan a los 20 minutos diciéndote que no te pueden preparar lo que habías pedido por faltante de stock, y que elijas otro menú. Me llamó la atención ver un menú infantil económico, pensé en mi hijo. Pero no pude imaginar a un niño de 9 cenando en ese ambiente cálido e íntimo más adecuado para parejas o grupos de amigos adultos.

Queríamos comer rico pero liviano. Al hojear la carta, me dieron ganas de pedir algunos platos cuyas descripciones eran atractivas, pero finalmente pedimos 2 ensaladas: una versión de César «2.0» (o Caesar, como gusten llamarla), y una «Oriental». Acompañamos con gaseosas light (no muy gourmet, pero bastante práctico cuando querés cuidarte y al otro día te toca ir a entrenar). También pensé: «me guardo lugar y calorías para el postre!»

Nos tomaron el pedido, y al momento, nos acercaron unas pequeños bowls con sopa de papas y ciboulette, acompañado por variedad de tostadas. /FACTOR SORPRESA/ No lo esperábamos! Riquísimo y original bocado, muy bienvenido sobre todo cuando tenés que esperar el plato que pediste. Superó ampliamente el típico pan con mayonesa, manteca o queso untable, que te ofrecen en la mayoría de los restaurantes.

2

La espera se hizo un poco larga… nos pareció demasiado para un par de ensaladas. Pero cuando la charla es entretenida, y la atención es excelente (como lo fue en este caso), perdonás sin quejarte unos minutos de demora. /DEMORA/. Finalmente llegaron. Muy bien presentadas, abundantes, con toques originales. La vajilla muy apropiada para cada ensalada (el aderezo César estaba colocado en un pequeño espacio cóncavo apartado del resto de los ingredientes para poder colocarle la cantidad deseada). Prefiero siempre que las ensaladas no lleguen a la mesa condimentadas, para poder hacerlo a mi gusto. En la mesa estaba la alcuza, no hizo falta pedirla. Cuando estábamos por pedir pan, apareció el mozo con una panera. /PERSONAL ATENTO/

Nadie nos interrumpió durante la comida, y disfrutamos ese momento con mucho placer. Exquisitos detalles en cada plato: en la ensalada Oriental, el queso de cabra tostado. En la César, un par de tostaditas con una pasta riquísima a base de aceitunas, ajo y anchoas llamada tapenade; con variedad de verdes (no solo lechuga) y el aderezo equilibradamente suave.

con salseado de frutos rojos

Volcan de chocolate con salseado de frutos rojos

Al terminar, se acercó una moza y nos retiró los platos. Enseguida quise el postre! en un principio estuve entusiasmada con la opción de la gran «degustación de postres», que incluye todos los de la carta. Pero luego de tremenda ensalada, preferimos algo más pequeño, un postre para compartir, aunque no tan light: un volcán de chocolate con salseado de frutos rojos. El toque original: helado de menta y avellanas. A mi criterio, le faltó un poco de temperatura al volcán, daba la sensación de que no estaba hecho en el momento y lo recalentaron, o que pasó mucho tiempo desde que lo sacaron del horno. Como sea, tibio o frío, nos lo comimos todo! Pedimos la cuenta fácilmente (había un mozo en el salón para pedírsela sin demoras), y no pasaron más de 2 minutos para que nos la llevaran. Pagamos sin demora y nos fuimos contentos.

¿Cuánto gastamos? $140 para 2, sin vino, más propina. Excelente relación calidad – precio.

La frase final cuando te vas de un restaurante: «Volvería», «lo voy a pensar», o «acá no vuelvo más». Para Farrah: Volvería. (volveré por la súper degustación de postres!). Lo que más me gustó: la atención, la carta variada, y la sorpresa de la sopa de papas. Lo que menos me gustó: salir impregnada con olor a comida. Impresión general: ahí hay un ojo atento mirando cada detalle para que el servicio sea realmente bueno.

Qué le sugiero al restaurante: (y me sale la «asesora», no lo puedo evitar!)

  • Tapar el calefón que está en el patio y todos los clientes que pasan por la ventana pueden ver.
  • Ofrecer café o té al terminar la cena.
  • Sugerir la especialidad de la casa, o sugerencia del chef del día (si lo había, nadie nos lo ofreció, tampoco lo pedimos). Había solo un pizarrón (que los clientes pueden o no ver, de acuerdo a la ubicación).
  • Mejorar el aislamiento de la cocina o el extractor, ya que salimos impregnados de olor a comida.

Para agendar:
Farrah cocina de autor
Paso de los Andes 1006 esq. Julio A. Roca. Capital. Mendoza
Martes a Sábado de 20 a 0 hs.
Tel:261 4239981
Mail: farrah@hotmail.com.ar
Facebook: Farrah Cocina de Autor  http://www.facebook.com/farrah.cocinadeautor

Servicios:1

  • Cenas
  • Almuerzos (con reserva previa mínimo 10 personas)
  • Cafetería
  • After Office
  • Menú vegetariano
  • Menú infantil
  • Menú celíacos
  • Mesas al aire libre
  • Eventos
  • Calefacción
  • Refrigeración
  • Salones privados
  • Cuentas corporativas
  • Tarjetas de crédito y débito
  • Internet wi fi
  • Descorche
  • Cava
  • Cocktails
  • Comida para llevar (a retirar del local)
  • Seguridad privada

Agradezco a Belén Farro (cocinera – propietaria) que amablemente me proporcionó material para poder completar esta nota.

Este restaurante es parte de las Rutas Gastronómicas de Mendoza

logo Rutas Gastronomicas

3 Comentarios

  1. farra cerro 🙁

    • Sí Caro, lamentablemente! pero pronto Belén Farro, su chef, nos sorprenderá con un nuevo emprendimiento gastronómico.

  2. Debe haber cerrado por lo caro y malo que era. Al principio era mejor pero después se vino abajo. Típico de los restaurants de Mendoza cuyo dueños pretenciosos piensan que sus clientes iban a pagar cualquier ridiculez por comida mal preparada solo por estar en un lugar «de moda» que se las tiraba de exclusivo. Lo único bueno era la terraza!

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