Este es el flamante restaurante de Trapiche
El espacio gastronómico de una de las bodegas más grandes de Argentina al fin abrió sus puertas. En esta reseña te cuento detalles del menú.
Muchos ya saben que Trapiche es una de las bodegas más grandes de Argentina, la que más exporta vinos, y una de las más antiguas también. Sin embargo esta bodega ubicada en Maipú no fue la primera en abrirse al turismo, de hecho tardó bastante, y un poco más en tener su restaurante. Pero aquí está, este es el nuevo espacio en el que el chef Lucas Bustos desarrolla una cocina de autor y de producto (local y cercano… tan cercano como el huerto y la granja propios).
La cava subterránea es una belleza, con un ojo de luz circular que deja iluminación para apreciar el amplio portfolio de vinos de la marca. Y en un futuro ¿por qué no ampliar e incorporar las etiquetas de las otras bodegas que integran el mismo grupo Peñaflor? El Esteco, Navarro Correas y Finca Las Moras entre otras.. Quizás suceda.
El salón principal tiene forma de L, la madera y el cuero presente en los muebles y pisos le dan gran calidez.
Las mesas tienen todo lo necesario: partiendo de un diseño impecable, la cubetería, cristalería y mantelería (individuales de cuero y perfectas servilletas blancas de lino) son de primera calidad. No se han estado con vueltas a la hora de elegir equipamiento.
La gran cantidad de ventanales dejan visualmente que la naturaleza alrededor sea parte de tu almuerzo. Y de eso se trata el menú: de los elementos que componen el entorno. ¿Estás pensando en viñedos? Sí, bueno, ese es uno de los componentes. Pero además hay un huerto , olivos y animalitos dando vueltas, que son el leimotiv de esta cocina.
El cocinero que nos llevó cada plato a la mesa nos explicó que el menú se ha inspirado en la naturaleza del lugar: animales y plantas se representan en forma, colores y sabores en cada plato. La creación de estos manjares y la elección de los vinos para acompañarlos, se realiza en conjunto con el enólogo, para lograr una combinación ideal.
Qué se puede comer
Hay un menú de 3 pasos para los que no quieren hacer el menú más largo: entrada, principal y postre, a elegir entre varias opciones. ($380)Por ejemplo una provoletta, unos papardelle o un ojo de bife, y para terminar dulce de leche hecho en casa . Y el menú de 7 pasos es el que pudimos disfrutar, todo maridado, y muy entretenido además de rico. ($850 Oct 2016).
El primer paso es una galletita de oliva, una masa brisé negra, con ricota tipo casera. Claro, no es una Óreo. Creo que le faltó un poquito de intensidad, el oliva de Trapiche es un lujo (Finca 1883), pero no se hizo notar demasiado en esta preparación. El vino para acompañar fue un espumoso Fond de Cave Brut Nature.
El viñedo representado por unos rollitos de zucchinis conteniendo zanahorias y manzana marinados en una vinagreta, con arvejas y habas frescas recién cortadas del huerto propio, y unas lentejas fritas, que costaba un poquito «cazar». La simil hoja en el alambrado era un papel de arroz frito con clorofila de hoja de parra. El vino para este plato fue el que más me sorprendió, y creo que de todos fue el mejor maridaje: un Trapiche Costa & Pampa Sauvignon Blanc, de viñedos de Mar del Plata… único, fresco, con la acidez justa para este plato. La presentación no pasa desapercibida, es simpática, un poco escenográfica. Me quedo con el recuerdo del mejor maridaje de este menú. Este plato según lo que nos contó el cocinero, mutará a lo largo de la primavera, representando siempre lo que está sucediendo en el viñedo, hasta que en el verano, imagino, seguramente contendrá granos de uva.
El huerto estuvo presente a través de una terrina de conejo y cerdo, con un chutney de peras, manzana fresca, y algunas flores, con «tierra» de api tostado. Esta vez el vino fue un Gran Medalla Chardonnay, arrasador, un placer.
Las ovejas, que andan dando vueltas alrededor del restaurante y del viñedo que lo rodea, estuvieron representadas por unos ravioles con queso tipo pecorino (porque el genuino es de Italia, y éste era local), una sopa de zanahoria y apio, y remolacha encurtida. Aluciné. El plato que más me gustó. El dulzor y la acidez, la untuosidad y la acuosidad, en perfecto equilibrio. El vino para este plato fue un Trapiche Malbec Biodinámico 2015, suave y terroso, ideal para esta delicia.
La vaca: un filete de grillado, con papas -con doble cocción – confitadas con jarilla, cebolla morada, chauchas y zanahorias, con una muy rica crema ahumada de papas (y yo le sentí algo de ajo). Perfecto el punto de cocción tal cual lo solicitamos, tierna, sabrosa, pero nada sorprendente. Ya sabemos, es el típico plato de carne argentina presente en los menús degustación, el que todos los comensales piden (o al menos una mayoría, turistas o locales). Lo distintivo quizás las notas de jarilla. Esta vez, con otro vinazo: Iscay Syrah Viognier 2012.
Para limpiar el paladar el pre-postre en una piedra laja muuuuy fría, en la que el cocinero terminó de armar el postre justo al momento de servir en la mesa. Granita de sangría, pino y limón. El sabor a pino es logrado a través de un proceso que se le aplica a las hojas más nuevas del árbol (se machacan y se maceran con azúcar, luego se procesa).
El nido (de las gallinas que hay en e lugar) representado con un colchón de algodón de azúcar, una masa sabor a miel, y un huevo de chocolate blanco relleno de un sabayón con Fond de Cave Encabezado de Malbec 2012. Muy buena la combinación de sabores y texturas, llamativo visualmente, riquísimo. Le falta un poquito de color de primavera ¿no? Tan rico como para pedir bis.
El encabezado de malbec que acompañó el postre, y el Sauvignon Blanc de Mar del Plata: un Costa & Pampa Sauvignon Blanc 2014.
Algunos de los vinos con los que acompañamos el menú.
Lo que más me gustó: la ambientación, la cálida atención del personal (lo más), y los ravioles de pecorino. Y lo cerca que está este lugar, 20 minutos desde el centro para comer en ese entorno, no tiene precio. Mendocinos, aprovechemos estos privilegios.
Lo que menos me gustó: el maridaje de la terrina de conejo con el chardonnay, ambos exquisitos, pero hubiera estado mejor otra combinación para mi gusto (es muy personal).
Y cuando pienses que esto es caro… compará con los costos de un menú similar en un restaurante de Buenos Aires, sin el paisaje, sin el producto recién cosechado, rodeado de edificios y cemento, donde la fiesta no sale menos de $1.500 o $2.000 por persona. Ahhhh sí sí, $850 por esta calidad de comida y estos vinos, no es caro.
Volvería.
INFO ÚTIL
Espacio Trapiche
. Dirección: Nueva Mayorga s/n, Maipú, Mendoza, Argentina
. Días y horarios: lunes a domingo de 10 a 17 hs. Mejor reservá.
. Tel: 0261-5207605
. Precios: 7 pasos maridados $850 | 3 pasos sin vino $390
. Web: http://trapiche.com.ar/comin/ar/espacio-trapiche
. Menú infantil
. Opciones para celíacos
. Baño para personas con discapacidad
Esta recomendación es independiente, los restaurantes y/o bares no pagan por aparecer en este espacio.
¿Y vos qué me recomendás? Escribime a aliciasistero@gmail.com ¡y voy!
Por Alicia Sisteró para Food Lovers – MDZ
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