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Publicado por en Abr 10, 2025 en Destacado, Entrevistas, News | 0 comentarios

Ellas brillan con o sin estrella: las mujeres detrás de los restaurantes de la Guía Michelin

Ellas brillan con o sin estrella: las mujeres detrás de los restaurantes de la Guía Michelin

¿Cuántas mujeres hay detrás de los premiados por la Guía Michelin Argentina? ¿Cómo llegaron, qué piensan y qué sueñan? En esta nota, algunas de las protagonistas —chefs, sommeliers, gerentes y propietarias— comparten sus historias, sus desafíos y su mirada sobre una industria que todavía debe aprender a darles condiciones justas y visibilizarlas.

Cada año, cuando se anuncian los premios de la Guía MICHELIN, surgen opiniones encontradas. ¿Por qué este restaurante sí y este no? ¿Cómo se elige? ¿Por qué tan pocas mujeres? Podría elegir quejarme. Pero elijo sumar.

Elijo dar visibilidad a sectores, personas y restaurantes que considero que deben verse más. Y aunque no coincida con todos los resultados, reconozco que la Guía le hace bien a toda la industria: motiva, eleva la vara, promueve la superación, atrae clientes, fomenta el turismo y despierta vocaciones. Hace que los jóvenes quieran dedicarse a la gastronomía, y que quienes ya están dentro quieran mejorar.

Hay pocas mujeres al mando de restaurantes incluidos en la Guía. Por eso decidí entrevistar algunas de las que forman parte. Algunas están en la primera fila, en la línea de batalla; otras son pilares detrás del escenario. Algunas lideran cocinas; otras están al mando de la sala, de la gestión o de la operación; algunas son dueñas, otras gerentas, sommeliers o jefas de equipo. Son un puñado, sí. Pero su voz amplifica la de muchas más que esperan ser escuchadas.

Les propuse hablar sobre su rol en la gastronomía, lo que lograron, lo que falta, cómo lo hicieron. Sus testimonios reflejan una industria en transformación. Y algo más importante: revelan las emociones, los miedos, los sacrificios y las victorias silenciosas de quienes construyen la gastronomía todos los días.

Flavia Amad

Chef de La Vida (SB Winemaker’s House, Mendoza) – Recomendado 2025 y de Osadía de Crear (Bodega Susana Balbo, Mendoza) – Recomendado y Estrella Verde 2025.

Flavia recuerda sus comienzos con precisión. A los 23 años, sola, latina y mujer, aterrizó en Nueva York para trabajar en una gran empresa gastronómica. “Me tuve que forjar una personalidad fuerte para que no me pasaran por arriba”, cuenta.

El camino no fue fácil, pero su paso por Le Cordon Bleu y sus años de formación en Mendoza la prepararon. Hoy lidera dos restaurantes y más de 70 personas. “Tener carácter no significa no ser sensible. Pero si no marcás tu espacio, te pasan por encima.”

“Siempre he dicho que sí a los desafíos. No para demostrarle algo a los demás, sino para demostrármelo a mí misma.”

Flavia habla con convicción, pero también con una generosidad que emociona: “No me creo referente. Pero si mi trabajo inspira a otras mujeres, entonces vale aún más la pena.”

Agustina Cerfoglia

Jefa de cocina de Riccitelli Bistró (Mendoza) – 1 Estrella Michelin y 1 Estrella Verde 2025.

“Estoy en una nube”, dice Agustina. Hace doce años que trabaja en gastronomía y esta es su primera vez en un restaurante que está incluido en la guía. “Una cosa es soñarlo, otra es que suceda.”

Colabora con el chef Juan Ventureyra en la creación de los platos, pruebas de recetas y armado de menús. También acompaña en la selección de productos y en la motivación del equipo. “Para mí no es un trabajo: es una pasión. Lo hago con tanto amor que va más allá de lo laboral.” Pero también reconoce que no siempre fue sencillo. “Tuve que poner los ovarios sobre la mesa. A veces, por ser jefa y mujer, no caés bien. Pero me planté… y acá estamos.”

“Deseo que haya más visibilidad. Ya la hay, por suerte. Pero sé que puede haber más. Se le puede dar más reconocimiento a las mujeres.”

Patricia Courtois

Chef de Cinco Suelos (Bodega Durigutti, Mendoza) – Recomendado 2025.

Con una cocina que dialoga con el paisaje y el vino, Patricia Courtois dirige el restaurante Cinco Suelos en Bodega Durigutti, en Mendoza. Cuando llegó a Mendoza, el panorama era otro. “Cuando yo llegué a Mendoza no había tantas mujeres cocineras. Solamente estaba Flavia [Amad] y Pato Suárez Roggerone. Y cada vez hay más”. No lo dice con nostalgia ni con queja, sino como quien ha sido testigo (y protagonista) de una transformación en tiempo real.

Courtois es una profesional con décadas de trayectoria, y una líder que apuesta a formar equipos diversos y sólidos. “Nosotras como líderes, tenemos que empezar a darle espacio a nuestras mujeres de nuestros equipos para que empiecen a liderar”, señala. “Lo hacemos. No lo decimos, lo hacemos. Esa es la clave. No tenemos que proclamar ni pedir lo que ya tenemos. Tenemos la capacidad, el profesionalismo. Simplemente hay que hacerlo.”

Su mirada sobre el feminismo en la gastronomía es práctica, sin concesiones. “Yo trato de enfocarme en ser una profesional gastronómica. Me toca ser mujer. Entonces, yo creo que las mujeres tenemos que enfocarnos en eso.” Cree en la formación como base de una gastronomía mejor. “La carta blanca que yo pongo es la capacitación, es para todos. El que quiere tomar, lo toma. Y coincidentemente me pasa reiteradamente que quienes más absorben son las mujeres. Entonces, mis equipos naturalmente tienen más mujeres.”

También entiende que la visibilidad se construye desde la acción. “Cuanto más nos profesionalicemos, cuanto más las jóvenes se pongan a estudiar, a trabajar sobre la carrera, más visibles vamos a estar.”

Y si no se reflejan esos cambios en los premios, como en la Guía MICHELIN, no la preocupa. “Y si no se ve en Michelin, bueno, será porque la Guía elige otras cosas. Pero cuanto más volumen haya de mujeres, más probabilidad tenemos.”

Josefina Diana

PH Federico García

Chef de Angélica (Bodega Catena, Mendoza) – 1 Estrella Michelin y 1 Estrella Verde 2025.

Josefina es la primera mujer en la Argentina en liderar —junto al chef Juan Manuel Feijoo— un restaurante con una estrella MICHELIN. Y lo dice con humildad:
“Sentiría el mismo honor si hubiese sido cualquier otra colega la que estaba ahí arriba.”

Reconoce el camino trazado por otras cocineras, aunque no siempre se las vea en el escenario:
“Hay muchas mujeres que no suben, pero nos inspiran igual. Marcan el camino.”
Y menciona con gratitud a quienes se la jugaron: “Un gran ejemplo es Flavia (Amad), todo lo que hace por todas nosotras.”

Para ella, el reconocimiento no borra el esfuerzo de cada día, pero lo amplifica.
“Liderar siendo mujer no es lo mismo que liderar siendo hombre. Se despiertan otras cosas adentro de una.”
Agradece haber tenido oportunidades, aunque sabe que no todas tienen la misma suerte. Por eso insiste: hay que crear espacios seguros, balancear energías, sumar presencia femenina en los equipos.

“Espero que cada vez más mujeres puedan ponerse esa chaqueta, subirse al escenario y contar su trabajo. Las nuevas generaciones necesitan ver esa imagen. Hace que el camino sea un poquito más llevadero.”

Jazmín Marturet


Chef de MN Santa Inés (Buenos Aires) – Bib Gourmand 2025.

«El hambre de comer y viajar» fue la respuesta espontánea que Jazmín dio en el escenario de la ceremonia Michelin cuando le preguntaron qué la había motivado a cocinar. Y no fue una frase al pasar. La chef de MN Santa Inés, en el barrio porteño de Saavedra, es la flamante ganadora de un Bib Gourmand, categoría que reconoce propuestas de excelente relación precio-calidad. Su reacción tras recibir el mail de Michelin fue de asombro y emoción: «Para mí estar en la Guía es un sueño logrado que no sabía que tenía».

Jazmín lleva 24 años cocinando, pero con la misma pasión del primer día. Madre joven, trabajó siempre con su hija al lado, construyendo una carrera desde el esfuerzo y el deseo. «Obvio que nadie me regaló nada, ¿eh? Me tuve que hacer valer, tuve que cambiar mi sentido del humor, tuve que cambiar mis tonos…», admite con franqueza. «Me parece que es la mejor profesión del mundo y que todos deberíamos cocinar, porque es un acto de amor y de devoción absoluta».

Aunque admite que no esperaba aparecer en la Guía, se siente privilegiada. «Claramente fue una sorpresa increíblemente maravillosa, y también mucho para el equipo, para todos los que hacemos Santa Inés todos los días, y para toda la gastronomía argentina. Te da unas ganas de seguir adelante, de que vale todo la pena, de que estamos en el buen camino».

«Creo que somos muchísimas las mujeres en la gastronomía, y que deberíamos ser más. Pero creo que está llegando, creo que ahí viene y que la revolución es perceptible e inevitable. Acá estamos y somos lo máximo», afirma, con entusiasmo.

Julieta Caruso

Chef de Casa Cavia (Buenos Aires) – Recomendado 2025.

Julieta es una de las cocineras más respetadas de la escena porteña. Con una trayectoria que incluye años de formación y trabajo junto a Andoni Luis Aduriz en el Mugaritz del País Vasco, su regreso a la Argentina no solo significó un aporte de conocimiento, sino también un liderazgo que se nota en cada detalle de Casa Cavia.

«Ser parte de la Guía genera mucho respeto. Es el reconocimiento a un trabajo hecho durante 10 años. Es como un sello de que vamos por buen camino», cuenta. Lejos de la complacencia, afirma que el ingreso en Michelin fue también una presión positiva: «La expectativa era renovar, no desaparecer de la Guía. Poder hacerlo fue una alegría enorme».

Sobre el rol de la mujer en gastronomía, reflexiona: «Hay mucho trabajo de mujeres, pero no se visualiza tanto como el de los hombres. Nos enfocamos más en hacer que en mostrarnos. Y creo que deberían existir más restaurantes liderados por mujeres dentro de la Guía».

«Lo que falta es visibilidad. Y eso no es solo responsabilidad de las cocineras, sino también de quienes eligen qué mostrar y qué premiar», agrega.

Narda Lepes

Chef y propietaria de Narda Comedor (Buenos Aires) – Recomendado 2025.

Figura clave de la gastronomía argentina, con una voz que trasciende cocinas y platos, Narda Lepes no esquiva las preguntas incómodas. «Hubo muchos cambios en la industria. Por suerte. Pero queda mucho por mejorar. No solo con respecto a las mujeres, sino a muchos temas más».

Reconoce que en los últimos 20 años hubo una transformación profunda: «Vemos muchas más mujeres al frente de restaurantes de distinto tipo. Pero también hay muchas que deberían estar recomendadas y no lo están. ¿Por qué? No lo sé. No conocemos los criterios de selección y a veces son confusos».

Su mirada es tan contundente como esperanzadora: «Si hay tan pocas mujeres recomendadas es porque fueron a visitar pocos restaurantes liderados por mujeres. Porque para mí hay bastantes más que podrían estar».

Florencia Álvarez

Jefa de Sala y Sommelier de Raíx (Buenos Aires) – Recomendado 2025.

Con apenas 33 años, Florencia Álvarez es la responsable de sala y servicio de vinos de Raíx, en Buenos Aires. También ejerce un rol clave en la operación general del restaurante, reconocido por la Guía MICHELIN como uno de los recomendados.

Florencia reconoce que llegar a puestos de liderazgo siendo mujer no fue fácil: «Es un desafío poder liderar un equipo, sobre todo si tiene un promedio alto de hombres y siendo una mujer relativamente joven». A esto se suma una presión extra: «No tengo hijos, pero así todo siento que hay una exigencia permanente desde lo profesional, desde la imagen, desde todo. Es un peso extra que muchas veces no se nota, pero está».

Florencia remarca que si bien el ambiente ha cambiado, los puestos de poder aún siguen en su mayoría en manos de varones. «En la gastronomía hay muchas mujeres, pero pocas en cargos jerárquicos. Y no porque no estemos capacitadas». Desde Raíx, sin embargo, intentan marcar la diferencia: «Somos una cooperativa y decidimos cambiar ciertas cosas, como las licencias por maternidad y paternidad, para avanzar hacia una verdadera igualdad».

Elena Cabrera

PH Federico García

Sommelier de Trescha (Buenos Aires) – 1 Estrella Michelin 2025 (compartido con Leonel Castro).

Elena Cabrera no tenía nada preparado para decir cuando recibió el premio al mejor servicio de sala de Argentina, que comparte con Leonel. «No me lo esperaba, lo veía muy inalcanzable», reconoce con humildad. Sin embargo, el reconocimiento fue más que merecido. Desde su rol como sommelier en Trescha, el restaurante porteño que obtuvo una estrella MICHELIN, su trabajo es clave para garantizar una experiencia de excelencia. «Trabajamos todo el año dando un servicio de excelencia a todos los comensales, con mucha pasión. Pero solo porque nos gusta hacerlo. No nos preparamos para ganar nada».

Elena, que ya había trabajado en varios espacios gastronómicos, recuerda con claridad las dificultades que tuvo por ser mujer: «Pasé por lugares donde, por ser camarera, te preguntaban dónde está el mozo. O siendo sommelier, te miraban raro porque sos mujer». Pero su presente en Trescha es distinto. «Acá se siente igual ser hombre o mujer. Es un equipo muy lindo, donde reina el respeto».

Sobre los desafíos, no tiene dudas: «Ahora hay que trabajar el triple. Está bueno ganar, pero hay que seguir mejorando. Personalmente, quiero seguir formándome, aprender idiomas, crecer. Este premio es el principio de todo lo que quiero lograr».

Geraldine Gastaldo

Socia fundadora y Manager General de Crizia (Buenos Aires) – 1 Estrella Michelin y 1 Estrella Verde 2025.

Geraldine Gastaldo lleva más de 30 años trabajando en la industria gastronómica. Socia fundadora de Crizia, restaurante ícono del barrio de Palermo, y su actual gerenta general, conoce de cerca los obstáculos que enfrentan las mujeres. «Cuando empecé, la empresa de mis suegros ya estaba comandada por ambos, por lo cual para mí la imagen de la mujer en la gastronomía siempre fue fundamental. Pero reconozco que, en general, este mundo estaba muy comandado por hombres».

Con el tiempo, y mucha determinación, las mujeres ganaron terreno. «Hoy en nuestro restaurante tenemos 7 mujeres trabajando en cada área clave. Cada una cumple un rol fundamental. Me siento orgullosa de eso».

Su mirada sobre el futuro es optimista, pero no ingenua: «Como toda industria, lograr la igualdad lleva tiempo. Pero cada vez hay más mujeres apasionadas que se abren camino. Hay espacios que están preparados para recibirlas y valorarlas como corresponde. El esfuerzo es grande, pero se puede lograr».

María Sance

Directora general de Casa Vigil (Mendoza) – 1 Estrella Michelin y 1 Estrella Verde 2025.

María Sance lidera Casa Vigil desde hace años, con una mirada integral que atraviesa la gestión, el vínculo con los equipos y la experiencia enogastronómica. Desde su rol como directora general, ha sido testigo –y protagonista– de la transformación del sector.

«Cuando uno está al frente de equipos y demás, como mujer, siempre en un ambiente muy masculinizado como la gastronomía o el de la educación universitaria, en la ciencia también, es difícil hacerse el lugar y ser líder. Las mujeres siempre tenemos que estar demostrando lo que somos capaces, todo lo que podemos hacer. No es una tarea fácil, pero es posible, y hay que seguir ganando terreno», afirma con firmeza.

En Casa Vigil, la política de equidad es concreta. «Debemos estar en 49-51 o 50-50 en cuanto a proporción de hombres y mujeres. Tenemos muchos puestos gerenciales y de liderazgo ocupados por mujeres. Damos importancia a eso, y lo aplicamos».

María también pone el foco en los desafíos de conciliar la vida profesional con la maternidad: «Tener que asumir la totalidad de horas de trabajo, además de la tremenda labor de la maternidad, se hace difícil. En mis empresas jamás permitiría que alguien reciba una mala cara por anunciar un embarazo. Lo viví y no lo repetiría. Hay que seguir trabajando para que cada vez más se respeten esos tiempos y espacios».

Eugenia Adriazola

Chef de Brutal (Mendoza) – Recomendado 2025.

La historia de Eugenia Adriazola es un recorrido de diez años atravesado por la perseverancia y la lucha por ganarse un lugar en la cocina. Su inicio fue en Chile, donde aspiraba a ser cocinera, pero fue enviada directamente a pastelería. «No me encontraba ahí. Pero acepté para poder estar dentro de una cocina. Eso marcó mi carrera para siempre».

Tras trabajar en hoteles en Mendoza y pasar por una experiencia clave en Malta –donde llegó a ser jefa de cocina–, volvió al país. En el Diplomátic asumió varios roles, desde pastelera hasta supervisora general. Pero su gran oportunidad llegó en Brutal: «Entré como sous-chef, y a los seis meses me ofrecieron liderar la cocina. Confiaron en mi profesionalismo, no en mi género. Eso fue clave».

Ser mujer, joven y líder no es simple: «Una jefa ejecutiva no es lo mismo que un jefe ejecutivo. Todavía se ven los esfuerzos extras que tenemos que hacer para estar al mismo nivel, para obtener reconocimiento, salario justo, visibilidad. Es un mundo difícil. Pero con apoyo, se puede. Hoy me siento feliz y orgullosa de lo que logré».

Ellas ya llegaron. Ahora nos toca llegar a todas.

Estas mujeres, diversas y valientes, están escribiendo la historia de la gastronomía argentina desde lugares donde había silencios. Su fuerza, sus logros y hasta sus dificultades son espejos donde mirarnos todas. No buscan ser excepciones, sino ejemplos cotidianos de una nueva normalidad, donde talento, liderazgo y capacidad no tengan que demostrar doblemente su valor solo por ser mujer.

Nos toca ahora, desde cada rincón de la industria, reconocer, impulsar y celebrar a cada mujer que se pone esa chaqueta con orgullo, que alza la voz por todas y abre caminos para quienes vienen detrás.

Porque la verdadera estrella no es solo la que aparece en una guía, sino la que ilumina el camino para todas las que vienen detrás: hacia una gastronomía más justa, inclusiva y diversa. El futuro es con ellas. Y es ahora.

Por Alicia Sisteró @aliciasistero

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