Por qué todos los restaurantes deberían ofrecer aceite de oliva
Además de mejorar la calidad de la oferta, la incorporación de un buen oliva en la mesa y en la cocina puede brindar beneficios relacionados al concepto e imagen del negocio.
¿En qué se beneficia un restaurante que ofrece un buen aceite de oliva? ¿Por qué incorporarlo? ¿Da lo mismo cualquiera? Estos son algunos de los cuestionamientos que se hace un restaurateur. Y sigue: ¿Da lo mismo cualquier carne? ¿Por qué enfriar un vino? ¿A los clientes les importa si el baño está limpio? Las respuestas correctas deberían alinearse al mismo objetivo: satisfacer al cliente y no subestimarlo. Un consumidor enojado por la carne dura, el vino caliente, o los sanitarios impresentables, es un cliente menos para siempre. Y si el aceite rancio arruinó la ensalada, tendrá que lidiar con el malhumor del comensal y reponerle el plato, representando esto una pérdida.
El aceite de oliva es un producto emblemático de Mendoza, que se consigue fácilmente. Hay muchos productores que ofrecen calidad, variedad y precio para diferentes necesidades. Un AOVE (aceite de oliva virgen extra) monovarietal o blend es ideal, sobre todo para alta cocina. Y más aún si se trata de la variedad emblemática argentina, el Arauco. Aunque también hay otros olivas que no son del tipo “virgen extra” pero pueden servir para propuestas más populares o económicas.
Ventajas de incorporar aceite de oliva
. Mejora el producto en sabor y nutrición. Se asocia a la cocina de calidad, sin importar el tipo o precio (casera, gourmet, etc.)
. Refuerza el concepto de cocina mendocina con producto local, siendo más atractivo para turistas.
. Atrae a quienes valoran la calidad
. Crea cultura gastronómica educando en consumo
. Se alinea con la sustentabilidad si se compra a un productor local con prácticas de cuidado del entorno.
Por Alicia Sisteró
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